El asesinato de una mujer en San Francisco ha generado un debate sobre las ciudades que ofrecen protección o santuario a los indocumentados ya que la persona acusada por el homicidio es un mexicano que había sido deportado cinco veces de Estados Unidos.
Tal como se informa desde Chicago, las personas indocumentadas que residen es esa ciudad se sienten protegidas por el hecho de que viven en una urbe santuario. "No tenemos temor", dice una mujer entrevistada en el barrio de La Villita.
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Si bien desde los años ochenta varias de las grandes ciudades en Estados Unidos se han declarado 'santuario', el tema recobró en estos días cuando el magnate y precandidato republicano a la presidencia, Donald Trump, ligó el crimen con el hecho de que San Francisco es una ciudad santuario ya que la policía no coopera con las autoridades de inmigración cuando tratan con indocumentados.
El inmigrante acusado de matar a la mujer en un muelle en San Francisco, Juan Francisco López Sánchez, se declaró no culpable el martes pasado de los cargos durante una audiencia con el juez que entiende en la causa.
El hombre está acusado de homicidio premeditado de Kathryn Steinle, quien al momento de su muerte se encontraba caminando con su padre.
