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Por qué España consultará si el beso de Rubiales es delito en Australia

Jenni Hermoso compareció el pasado martes en la Fiscalía General del Estado para formalizar su denuncia contra Rubiales.

El expresidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, en una foto de archivo.
EFE

MADRID - La Fiscalía solicitará a la Audiencia Nacional que consulte a las autoridades australianas si el beso en la boca que dio Luis Rubiales, presidente suspendido de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), a Jenni Hermoso tras la final del mundial en Sídney constituye un delito en la legislación de Australia.

Fuentes fiscales han informado a EFE de que el ministerio público previsiblemente incluirá esta petición en la querella que presentará contra Rubiales en los próximos días en la Audiencia Nacional, al ser este un requisito previsto en la ley.

Concretamente, en el artículo 23.2 de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ), que establece una serie de requisitos para que la jurisdicción española investigue los delitos que se hayan cometido presuntamente en el extranjero si sus supuestos autores son españoles.

El primero de ellos es que "el hecho sea punible en el lugar de ejecución", en este caso Australia, al haberse producido aquel beso en la ceremonia de entrega de medallas a las jugadoras de la selección española que ganaron el mundial en Sídney.

La ley también exige que el agraviado o la Fiscalía interpongan querella ante los tribunales españoles.

Jenni Hermoso compareció el pasado martes en la Fiscalía General del Estado para formalizar su denuncia contra Rubiales y fuentes fiscales adelantaron que la Fiscalía de la Audiencia Nacional presentaría una querella contra él "a la mayor brevedad posible".

Esto dijo el presidente de la Federación Española de Fútbol tras el escándalo por el beso en la boca a Jenni Hermoso en la final de la Copa Mundial Femenina.

La Fiscalía abrió la semana pasada diligencias de investigación tras las diferentes denuncias que particulares presentaron contra Rubiales, y lo hizo para ofrecer a la jugadora la posibilidad de denunciarlo por agresión sexual y porque no dudaba de que aquel beso "no fue consentido".

El ministerio público cree que los hechos denunciados podrían ser constitutivos de un delito de agresión sexual.

Rubiales está temporalmente suspendido de sus funciones como presidente por la FIFA, mientras investiga su comportamiento durante la final del Mundial, en la que también se agarró los genitales en el palco al celebrar la victoria de la selección española.

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