En Estados Unidos, hay pocos centros que se dedican a entrenar perros guía para invidentes y uno de ellos está en el Área de la Bahía.
Las mascotas representan algo inigualable para millones de personas que padecen de esta discapacidad.
Tim es un perro labrador que no solo se ha convertido en el mejor amigo de Maritza Garcia de San José, sino que también son sus ojos en la obscuridad.
“No puedo ver detalles el color de sus ojos si estan sonriendo o si me estan viendo”, dijo Garcia, quien nació con una condición en la retina que le impide ver.
Él le ayuda a realizar sus actividades cotidianas y a moverse de un sitio a otro dentro y fuera de casa algo que antes le era imposible.
“Use un bastón por muchos años, aunque es bueno, a veces chocaba en los postes porque no lo sentía o lo pasaba, me perdía más facil”, dijo Garcia. “No me sentía segura como me siento ahora”.
Ella puede hacer una vida como cualquier otra persona y hasta acude a la universidad gracias a la organización Guide Dogs for the Blind.
Local
“Todos los cachorros nacen aqui en la escuela, cuando tienen entre 8 y 10 semanas luego se van a una familia de voluntarios”, dijo Leo Friesen, instructora de perros guía. “Ellos los crían hasta que tienen un año y medio y luego regresan los perros, ahí empieza mi trabajo”.
Friesen toma más o menos tres o cuatro meses a entrenarlos para que puedan ayudar a alguien a desplazarse libremente.
“Les enseñamos a evadir obstáculos y también algo que se llama desobediencia inteligente”, dijo Freisen. “Así que la persona le da un comando y si no es seguro que haga el comando el perro le va a desobedecer a la persona. Por ejemplo, si le dicen que quiere cruzar una calle y hay un carro que viene el perro no va a empezar a caminar. También les enseñamos como encontrar puertas, silla y todo lo que pueden encontrar en una ciudad típica”.
Aunque los perros estan allí para servir como compañeros de viaje, no todos se convierten en perros guías.
Hay algunos que no terminan el entrenamiento pero que igual tienen otra labor importantísima.
“Pueden encontrar a personas que se han perdido, pueden detectar cuando a una persona se le ha bajado el azúcar”, dijo Freisen. “Para personas que no pueden oír, les pueden alertar si suena el teléfono o tocan la puerta”.
Como Dogs for the Blind es una organización no lucrativa que solo se sostiene de donativos, todo lo que hacen es sin costo para el invidente.
“Les pagamos vuelos, estan aqui en nuestros dormitorios, les damos el perro gratis y además les damos asistencia con gastos veterinarios, para gastos de comida especial”, dijo Freisen.
Expertos dicen que quien se tope con uno de estos perros de servicio en la calle, no deberían de tocarlo sin antes preguntarle a su propietario ya que, al hacerlo, interrumpiría una parte importante de su entrenamiento y de su trabajo.
“Si estan distrayendo al perro eso puede ser peligroso porque el perro se distrae y no está poniendo atención a su trabajo”, dijo Freisen. “Se puede pasar enfrente de un carro o la persona se puede pegar en un obstáculo o algo así”.
Antes de que una persona reciba un labrador o golden retriever, deben de completar un curso de dos semanas en las instalaciones de Dogs for the Blind en San Rafael u Oregon.
Más información aquí.