Según cifras médicas, hasta 30 millones de estadounidenses están viviendo con un trastorno alimenticio, y la mayoría son menores de edad y jóvenes.
Los trastornos de la alimentación tienen el riesgo de muerte más alto de cualquier padecimiento mental, según el Hospital de Niños Johns Hopkins, que reporta que el 95% de todos los casos en el país son entre personas de 12 a 25 años de edad.
La doctora Evita Limón Rocha trabaja para Kaiser Permanente, que tiene un propio programa de asistencia para sus miembros.
“Si ya andamos nadando en la ropa, o si es un niño, porque soy psiquiatra, si no andan creciendo, si no andan aumentando de peso como normalmente deben de aumentar de peso”, dijo la psiquiatra de Kaiser Permanente Riverside, en el sur de California, sobre algunas de las alertas que pueden apuntar a que un joven sufre un trastorno alimenticio.
Mackenzie Carmichael vivió por 15 años con anorexia antes de entrar a un programa privado de asistencia, donde aprendió que no estaba sola en su obsesión por no comer.
“Sus relaciones dañinas con la comida venían de lo que ellos veían en la relación de sus madres con los alimentos. Así que también es importante que los padres se hagan una autoevaluación para que no sigan con esos hábitos frente a su ser querido”, comentó Carmichael.
Limón Rocha agrega que “si andamos comentando 'me siento muy fea', 'esta ropa me queda mal', no es saludable para el bienestar de nuestros seres queridos.”
Ciertos trastornos incluyen ejercicio compulsivo, la inducción del vómito y el enfoque en el consumo de calorías.
“Soy madre y también para mí es muy importante para mis hijos que amen sus cuerpos y que miren el ejercicio como algo que es bonito, algo para fortalecer sus huesos”, agregó la psiquiatra.
La terapista del centro Eating Recovery Center, Isabella Nyquist, agrega que los padres deben estar pendientes del comportamiento de sus hijos con respecto a la comida.
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“Cuando estamos viendo a los jóvenes podemos ver que una de las cosas que están utilizando para ser más felices es la comida, y con eso podemos ver que están cambiando mucho, de peso, de cómo se ven de cuerpo y también de ansiedad y depresión”, señaló.
Nyquist está ofreciendo un grupo de apoyo gratuito en español para familias impactadas por estos padecimientos. Los datos se encuentran en este enlace. También puedes llamar al 2-1-1 para más servicios en tu área.