El gobierno de Virginia se prepara para ejecutar con una inyección letal a un salvadoreño que afirma que tiene una discapacidad mental y que fue declarado culpable de varios asesinatos.
El estado usará fármacos traídos de Texas para la inyección porque el suministro del estado de otro controvertido medicamento expira un día antes de que se realice la ejecución.
A menos que el gobernador Terry McAuliffe o la Corte Suprema de Estados Unidos intervengan esta semana, Alfredo Prieto será el jueves el primer preso de Virginia en ser ejecutado en casi tres años.
El salvadoreño estaba por ser ejecutado en California por la violación y asesinato de una chica de 15 años cuando un jurado de Virginia lo sentenció a muerte en 2010 por el asesinato de Rachael Raver y su novio Warren Fulton III, ocurridos en 1988. Las autoridades de California accedieron a llevarlo a Virginia pensando que sería más fácil que este estado realizara la ejecución.
Según las autoridades había ADN y evidencias de balística que ligaban a Prieto con otros asesinatos en California y Virginia pero nunca fue enjuiciado por ellos ya que había sido sentenciado a muerte.
Matthew Raver, el hermano de Rachael Raver, dijo que los esfuerzos aparentemente interminables de Prieto para postergar su ejecución se sienten como "sal en la herida", para su familia que continúa devastada por la muerte de su hermana casi tres décadas después. Matthew Raver dijo que planea asistir a la ejecución en la cárcel de Greensville.
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"Ansío que se cumpla, como un alivio para que este individuo... y todos sus juegos, sus complots y su violencia terminen", dijo Matthew Raver.
Los abogados de Prieto han tratado de demostrar que el hombre de 49 años tiene problemas mentales y que no puede ser ejecutado.
El contacto de Prieto con la violencia durante la guerra en El Salvador y la falta de una nutrición adecuada por la pobreza de su familia "contribuyeron a una gran disfunción cerebral", que afectó su capacidad para el pensamiento abstracto y para controlar sus impulsos, dijo en 2007 durante su juicio Ricardo Weinstein, un psicólogo que evaluó al preso bajo solicitud de la defensa.
Virginia es el tercer estado del país en realizar más ejecuciones desde que la Corte Suprema las reinstauró en 1976. Desde entonces ha realizado 110.