CHICAGO - Jóvenes adultos han salido a las calles de Estados Unidos en una escala no vista desde los años 60, en protestas por la justicia racial tras la muerte de George Floyd a manos de la policía. Pero si esa energía se traducirá en concurrencia a las urnas en noviembre es otra cuestión.
Podrían ser determinante en la campaña presidencial — las encuestas indican que el presidente Donald Trump es sumamente impopular entre los jóvenes — y en cientos de contiendas locales en las que estará en juego, entre otras, la mayoría en el Senado. Pero algunos activistas temen que solo se interesen por asuntos concretos más que por el voto.
“En un año electoral normal, lograr que voten los jóvenes es todo un reto”, dijo Carolyn DeWitt, directora ejecutiva de Rock the Vote, una organización que busca promover el poder político de los jóvenes. “Y ahora lo es más que nunca. La gente no está pensando en eso”.
Históricamente, los menores de 30 años votan mucho menos que los mayores, aunque en las elecciones legislativas de 2018 se produjo la concurrencia más alta de votantes de 18 a 29 años del último cuarto de siglo, un pico atribuido en parte a movimientos juveniles como March for Our Lives, contra la violencia armada.
Hay señales de una mayor participación política de los jóvenes.
DeWitt dijo que la semana pasada unas 50,000 personas se registraron para votar a través de las plataformas online de su organización, más que cualquier otra semana en lo que va del año.
“Para nosotros será increíblemente importante asegurarnos de que protestamos ahora y votamos luego”, dijo.
Pero no hay certeza de que así será. La pandemia del coronavirus ha paralizado tanto los eventos tradicionales de campaña como los grandes conciertos y festivales, donde los grupos como Rock the Vote y HeadCount. Además, los intentos de los legisladores de modificar las leyes de votación en algunos estados podrían limitar a votantes jóvenes como los universitarios.
La campaña presidencial demócrata de Joe Biden cuenta con que estos votantes le den su apoyo cuando se trata de elegir entre él y Trump. Pero eso no está garantizado.
“Nuestro lema no puede ser que somos mejores que Trump”, dijo Cliff Albright, un dirigente de Black Voters Matter, que se dedica a registrar votantes y organizar los barrios negros. “Para la gente que está furiosa y en la calle o está en la casa y no participa, decir que somos mejores que este chiflado... eso no basta”.
Muchos jóvenes desconocen a Biden, “y por cierto no conocen sus posiciones sobre distintos temas”, dijo Heather Greven, vocera de NextGen America. El grupo prevé gastar al menos $45 millones en propaganda dirigida a los jóvenes.
Biden aseguró en un evento virtual reciente para recaudar fondos que las protestas de los jóvenes se traducirán en votos para él. “Están participando”, dijo Biden. “Lo palpan. Lo saborean. Y están furiosos y resueltos”.