Sólo los ciudadanos estadounidenses pueden votar en las elecciones presidenciales y de otros altos cargos que se celebrarán este otoño. Aunque no es nada nuevo, la posibilidad de que los no ciudadanos se registren o voten ha recibido mucha atención últimamente.
Citando una afluencia de inmigrantes en los últimos años en la frontera entre Estados Unidos y México, los republicanos han expresado su preocupación por la posibilidad de que los no ciudadanos voten y han tomado medidas en numerosos estados para abordar esa posibilidad, aunque los casos de no ciudadanos que votan son poco frecuentes.
Los funcionarios republicanos han llevado a cabo revisiones de los padrones electorales, han emitido órdenes ejecutivas y han incluido enmiendas constitucionales en las papeletas estatales como parte de un énfasis en impedir el voto de los no ciudadanos. Algunos demócratas sostienen que las medidas podrían crear obstáculos para los votantes legales, son innecesarias y llevan a la gente a creer que el problema del voto de los no ciudadanos es más grande de lo que realmente es.
¿QUÉ DICE LA LEY?
Una ley estadounidense de 1996 hace ilegal que los no ciudadanos voten en las elecciones para presidente o miembros del Congreso. Los infractores pueden ser multados y encarcelados por hasta un año. También pueden ser deportados.
Cuando las personas se registran para votar, confirman bajo pena de perjurio que son ciudadanos estadounidenses. La ley federal exige que los estados mantengan regularmente sus listas de votantes y eliminen a cualquiera que no sea elegible, un proceso que podría identificar a los inmigrantes que viven en el país ilegalmente.
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Ninguna constitución estatal permite explícitamente que los no ciudadanos voten, y muchos estados tienen leyes que prohíben que los no ciudadanos voten para cargos estatales como gobernador o fiscal general. Pero algunos municipios de California, Maryland y Vermont, así como el Distrito de Columbia, sí permiten el voto de los no ciudadanos en algunas elecciones locales, como para la junta escolar y el concejo municipal.
¿QUÉ DICEN LOS DATOS?
El voto de los no ciudadanos es poco común. Sin embargo, los funcionarios republicanos han destacado las revisiones del registro de votantes que revelaron posibles no ciudadanos.
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El gobernador de Texas, Greg Abbott, un republicano, dijo la semana pasada que más de 6,500 potenciales no ciudadanos han sido eliminados de las listas de votantes de Texas desde 2021, incluidos 1,930 con "un historial de votante" que han sido remitidos para investigación por la oficina del fiscal general. Texas tiene casi 18 millones de votantes registrados.
Por su parte, el secretario de Estado de Ohio, Frank LaRose, un republicano, indicó en agosto que remitió para posible procesamiento a 138 aparentes no ciudadanos que se descubrió que habían votado en una elección reciente y 459 más que se registraron pero no votaron. Esas cifras fueron más altas que las revisiones de años anteriores, pero una pequeña fracción de los más de 8 millones de votantes registrados en Ohio.
Asimismo, el secretario de Estado de Alabama, Wes Allen, un republicano, anunció recientemente que 3,251 personas previamente identificadas como no ciudadanos por el gobierno federal están siendo cambiadas a estado inactivo en las listas de registro de votantes del estado. Se les pedirá que proporcionen prueba de ciudadanía y completen un formulario para votar en noviembre. Alabama tiene más de 3 millones de votantes registrados.
En Georgia, el secretario de Estado republicano Brad Raffensperger descubrió que 1,634 potenciales no ciudadanos intentaron registrarse para votar entre 1997 y 2022, aunque los funcionarios electorales los marcaron y ninguno estaba registrado. Georgia registró a millones de otros votantes durante ese tiempo.
Algunos expertos en administración electoral han dicho que las revisiones del padrón electoral muestran que las herramientas actuales para marcar a los votantes no ciudadanos están funcionando.
¿QUÉ DICEN LOS TRIBUNALES?
Arizona ofrece un estudio de caso de los intentos de larga data de los republicanos de prohibir el voto de los no ciudadanos.
En virtud de una iniciativa aprobada por los votantes en 2004, Arizona exigía una licencia de conducir, un certificado de nacimiento, un pasaporte u otro documento similar para aprobar una solicitud de registro de votante federal. Pero la Corte Suprema de Estados Unidos dictaminó en 2013 que Arizona no puede exigir una prueba documental de ciudadanía para que las personas voten en las elecciones federales.
El estado respondió creando dos clases de votantes. Para las elecciones estatales y locales, los votantes deben proporcionar una prueba de ciudadanía cuando se registran o la tienen archivada en el estado. Pero como eso no se puede exigir en las elecciones presidenciales y del Congreso, decenas de miles de votantes que no han proporcionado una prueba de ciudadanía se registran solo para las elecciones federales.
Una orden de agosto de una Corte Suprema de los EEUU dividida permitirá que los condados de Arizona rechacen los formularios de registro de votantes presentados sin "prueba documental de ciudadanía" mientras continúa el litigio sobre la ley. Las personas podrán registrarse para votar en las elecciones presidenciales y del Congreso utilizando un formulario federal diferente que requiere que las personas juren que son ciudadanos bajo pena de perjurio, sin requerir prueba.
¿QUÉ HA HECHO EL CONGRESO?
Los republicanos en el Congreso están impulsando un proyecto de ley, conocido como la Ley de Protección de la Elegibilidad de los Votantes Estadounidenses, que exigiría una prueba de ciudadanía para registrarse para votar.
Durante una conferencia de prensa sobre la legislación este año, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, republicano por Luisiana, no proporcionó ejemplos específicos de votantes no ciudadanos, pero insistió en que es una preocupación.
“Todos sabemos, intuitivamente, que muchos ilegales votan en las elecciones federales”, subrayó, “pero no ha sido algo que se pueda demostrar fácilmente”.
La legislación fue aprobada en la Cámara de Representantes liderada por los republicanos en julio en gran medida siguiendo líneas partidistas, pero no ha llegado a votación en el Senado liderado por los demócratas. La administración Biden dijo que se opone firmemente y que las leyes contra el voto de los no ciudadanos están funcionando.
“Este proyecto de ley no haría nada para salvaguardar nuestras elecciones, pero dificultaría mucho que todos los estadounidenses elegibles se registren para votar y aumentaría el riesgo de que los votantes elegibles sean eliminados de las listas de votantes”, concluyó la Casa Blanca en un comunicado.