Un hombre que pasó más de 38 años tras las rejas por un asesinato en 1983 y dos intentos de asesinato fue liberado de una prisión de California después de que pruebas de ADN no analizadas durante mucho tiempo apuntarán a una persona diferente, dijo el viernes el fiscal de distrito del condado de Los Ángeles.
La condena de Maurice Hastings, de 69 años, y la cadena perpetua quedaron anuladas durante una audiencia judicial el 20 de octubre a pedido de los fiscales y sus abogados del Proyecto de Inocencia de Los Ángeles en la Universidad Estatal de California, Los Ángeles.
“Recé durante muchos años para que llegara este día”, dijo Hastings en una conferencia de prensa el viernes, y agregó: “No estoy señalando con el dedo; No estoy parado aquí como un hombre amargado, pero solo quiero disfrutar mi vida ahora mientras la tenga”.
“Lo que le ha sucedido al señor Hastings es una injusticia terrible”, dijo el fiscal de distrito George Gascón en un comunicado. “El sistema de justicia no es perfecto, y cuando nos enteramos de nuevas pruebas que nos hacen perder la confianza en una condena, es nuestra obligación actuar con rapidez”.
La víctima en el caso, Roberta Wydermyer, fue agredida sexualmente y asesinada de un solo tiro en la cabeza, dijeron las autoridades. Su cuerpo fue encontrado en la cajuela de su vehículo en Inglewood, un suburbio de Los Ángeles.
Hastings fue acusado de asesinato en circunstancias especiales y la oficina del fiscal de distrito solicitó la pena de muerte, pero el jurado llegó a un punto muerto. Un segundo jurado lo condenó y fue sentenciado en 1988 a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Hastings ha sostenido que era inocente desde el momento de su arresto.
En el momento de la autopsia de la víctima, el forense realizó un examen de agresión sexual y se detectó semen en un hisopo oral, según el comunicado del fiscal de distrito.
Hastings solicitó pruebas de ADN en 2000, pero en ese momento la oficina del fiscal de distrito rechazó la solicitud. Hastings presentó una declaración de inocencia a la Unidad de Integridad de Convicciones del fiscal el año pasado y las pruebas de ADN en junio pasado encontraron que el semen no era suyo.
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El perfil de ADN se colocó en una base de datos estatal este mes y se comparó con una persona que fue condenada por un secuestro a mano armada en el que se colocó a una víctima femenina en el maletero de un vehículo, así como por la cópula oral forzada de una mujer.
Ese sospechoso, cuyo nombre no fue revelado, murió en prisión en 2020. La oficina del fiscal de distrito dijo que está trabajando con la policía para investigar más a fondo la participación del sospechoso en el caso.
