FILADELFIA - Un atacante armado, quien baleó a seis policías y mantuvo rehenes por varias horas, se entregó tras atrincherarse en una vivienda de Nicetown-Tioga el miércoles.
Pasadas las 10:00 p.m. el pistolero llegó a un acuerdo con los negociadores de la Policía y dejó en libertad a las personas retenidas en la residencia de la cuadra 3700 de las calles 15th y Butler.
El sargento de la Policía de Filadelfia, Eric Gripp, confirmó la detención del presunto implicado, identificado como Maurice Hill.
La balacera se desató a eso de las 4:30 p.m. al norte de la ciudad y en una zona residencial cuando agentes policiales ingresaron a una vivienda para diligenciar una orden de arresto relacionada a narcóticos. Fue entonces cuando el atacante armado, que hasta el momento se desconoce la cantidad de municiones que poseía, comenzó las detonaciones.
Muchos de los uniformados “tuvieron que escapar por ventanas y puertas para alejarse de la lluvia de balas”, dijo en conferencia d eprensa el comisionado Richard Ross.
Los policías heridos fueron dados de alta de los hospitales Einstein y Temple tras recibir tratamiento por los balazos sostenidos. Ninguna de las lesiones atentan contra sus vidas.
“Es casi un milagro que no hayamos tenido varios policías muertos hoy”, señaló Ross.
La Policía literalmente le rogó al pistolero que se rindiera debido a la cantidad de horas que mantuvo partes de la ciudad paralizadas en términos de seguridad y transporte. la mayor preocupación fueron los residentes de la zona impactada por el individuo.
Ross explicó a las 10:30 p.m. que lograron negociar con el sujeto, luego de que les enganchara el teléfono en varias ocasiones a los investigadores, junto con su abogado en línea. "Le garantizamos que no iba a ser herido. Estamos haciendo lo que está en nuestras mano para que salga”, apuntó.
La Universidad Temple cerró partes de su campus, y varios niños y cuidadores quedaron atrapados durante un tiempo en una guardería próxima.
La Policía intentó alejar a curiosos y residentes del lugar de los hechos. En sus comunicaciones por radio, se escuchó como los agentes pedían refuerzos a medida que llegaban reportes de agentes baleados. De hecho dos oficiales resultaron lesionados en choques de camino al lugar de los hechos. Una patrulla se estrelló contra un poste del tendido eléctrico.
"Es inconcebible que nuestros oficiales sean baleados por horas y todo esté bien. Tenemos que hacer algo. Estoy enojado porque no entiendo como es posible que alguien pueda tener todo ese armamento y toda esa potencia de fuego, pero trataremos esto otro día", recalcó el alcalde Jim Kenney al salir del hospital el miércoles en la noche.
Tanto el presidente, Donald Trump, como el secretario de Justicia, William Barr, fueron informados del incidente, según las autoridades.
Vecinos de la zona se mantuvieron en vilo por horas hasta que culminara el duro enfretamiento. Cientos de policías rodearon la zona, mientras el pistolero se mantuvo parapetado.
El centro de cuido de niños, Precuious Babies Learning Academy, estuvo en cierre preventivo por varias horas hasta que uniformados aistieron a los trabajadores del lugar a desalojar a los más de 80 pequeños en la matrícula. Los padres de éstos tuvieron que estacionar a varias cuadras de distancia debido a los cierres de carretera.
Rose Pichardo, una activista de la ciudad, dijo que "Filadelfia tiene muchísimos problemas de drogas, de armas, de todo. Es muy fácil buscar una pistola, es fácil quitarle una vida a una persona. No entiendo este dolor es mucho para todo el mundo”, opinó lal agregar que “si la gente va a matar a los policías quien nos va a proteger”.
La línea de trenes Borad Street Line estuvo paralizada en la estación Erie por varias horas hasta que se restableció el servicio, así como los autobuses que recorren Borad, West Pike y Erie.