Se avecina la gran celebración del orgullo LGBTQ en San Francisco este fin de semana y este 2023 una de las grand marshalls es una inmigrante transexual que ha sido reconocida como un héroe local por su aporte al avance de su comunidad en la Bahía.
En un local de Castro Street hay tantos colores como identidades.
“Son aceptados por las personas de que son los seres humanos que son”, dijo Laura Lala Chávez, directora ejecutiva de Lyric.
Laura trabaja en un centro juvenil para adolescentes LGBTQ de 10 a 24 años.
“Tenemos grupos de apoyo, tenemos diferentes actividades donde aprenden su liderazgo, los ayudamos a tener trabajo”, explicó Laura.
Laura es trans y usa el pronombre "elle", y como muchos de los adolescentes a quienes ahora ayuda confiesa que no fue fácil salir del closet, sobre todo al criarse entre Tijuana y San Diego con una familia muy católica.
“Yo soy la única persona en mi familia que soy LGBTQ entonces mi familia me amaba muchísimo pero no sabían qué hacer conmigo”, dijo Laura.
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Relata que pasó mucho tiempo sola y confundida.
“No sabía que es lo que iba a hacer con mi vida, tenía mucha depresión. Me convertí en persona alcohólica”, dijo.
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Esas experiencias son un reflejo de las mismas historias de los jóvenes que ha estado apoyando durante los últimos 25 años como maestra y consejera. Durante el último año como líder en Lyric explica que los latinos son los adolescentes que enfrentan grandes obstáculos en la búsqueda de aceptación en familias tradicionales.
“Todos los adolescentes que vienen cuando les preguntamos, ¿te acepta tu familia? ¿qué es lo que te trae a nuestro centro? dicen, ‘no saben que hacer conmigo’.Conozco a muchos adolescentes que los padres los corren”, dijo Laura.
Durante su antiguo trabajo como directora de una organización nacional LGBTQ , Laura asegura que trabajó por brindar empatía y compasión en diferentes escuelas a lo largo del país.
Es por eso que, en este mes del orgullo, pioneros de la comunidad como Laura quieren decirles a esos jóvenes que no están solos.
“Lo que yo quisiera es de que nuestra comunidad empezara a platicar unos a otros. Aunque seamos diferentes, somos iguales, somos humanos”, aseveró Laura.
Dice que el integrarse a la comunidad LGBTQ es lo que le devolvió el brillo a su vida, aunque tomó tiempo.
“Empecé a ir a terapia, a hablar, a estar más gusto en mi propio ser. Que empecé a tener mejor relación con mi familia”, afirmó Laura.
Ahora Laura dice vivir su vida auténticamente al lado de sus dos hijos Mateo y Ava, y su esposa Cheryl.
Su consejo para padres de niños que también se identifiquen con los colores de esta bandera es:
“Escuchen a sus hijos y que tomen el tiempo en conocerlos auténticamente. Para muchos de nosotros lo único que queremos es amor”, añadió Laura.
