Berkeley

Los Cilantros te lleva a probar los sabores tradicionales de México en Berkeley

Las tortillas no son solo hechas a mano diariamente, producen la masa,  a través del milenario proceso de nixtamalización, para cocer los

Telemundo

Por 16 años, una mexicana en Berkeley, ha estado construyendo su sueño de brindar a través de sus platillos, un viaje a los sabores de su tierra.

El restaurante Los Cilantros esta estrenando local renovado y con un nuevo molino, haciendo presente el énfasis en ofrecer comida fresca.

“Si nos piden un taco de asada, estamos asando la carne en ese momento, es un poco más de trabajo, pero siempre vale la pena no”, dijo Dilsa Lugo, dueña del restaurante.

Las tortillas no son solo hechas a mano diariamente, ellas mismas producen la masa,  a través del milenario proceso de nixtamalización, para cocer los granos secos.

“Entonces los hierves con cal para las tortillas, aquí hay agua, cal y maíz y en este lado tenemos uno diferente para el pozole, que es el mismo procedimiento solo se lleva un poquito  más tiempo con la cal”, explicó Dilsa.

Usar ingredientes locales, orgánicos y frescos, para Dilsa no es cuestión de moda.

“Yo crecí en una familia grande donde mi papá sembraba, y entonces comíamos las cosas de temporada, cuando era tiempo de mangos, comíamos puros mangos, indicó Dilsa.

Son esos sabores  los que busca rescatar a diario para sus comensales de Los Cilantros, empezó hace 16 años en la encubadora de "La Cocina" en San Francisco, con gran éxito, en el 2014 abrió por primera vez este local.

“Gente en la cocina, dos meseros en frente y cuando recién abrimos venían 2 personas al día, eso es como frustrante”, afirmó Dilsa.

El proceso no es fácil, pero el apoyo de sus clientes y la confianza en su cocina la mantuvieron fuerte hasta que el destino le puso una prueba más con la pandemia.

“Creo que para todos la pandemia ha sido muy difícil”, aseguró Dilsa.

Una prueba quizás más difícil de lo que imaginó, no solo pensaba en ella, y en su familia, pero en sus empleados.

“Ahora estás preocupada por 9 personas que trabajan para ti”, dijo Dilsa.

Al final el negocio sobrevivió sin sacrificar su tesoro más grande, la calidad de su comida.

Y ahora más fuerte que nunca, al lado del Centro Cultural de La Pena en Berkeley, seguirá deleitando con sus sabores y con las sorpresas que piensa incluir conchas frescas los fines de semana, café de olla, omelet sobre base de mole.

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