San Quentin ha sido legendaria como prisión, en parte porque alberga el llamado corredor de la muerte, allí es donde por décadas han permanecido los sentenciados a la pena capital, pero ahora ellos están siendo transferidos a diferentes partes del estado.
Fue construida hace 172 años, consta de 4 bloques, pero en el este es donde se encuentran los condenados a la pena capital.
Ellos están apartados de la población general, y se distinguen porque a diferencia de los demás, siempre van esposados y escoltados por un guardia.
Telemundo 48 realizó un recorrido por la cárcel y nos encontramos con cinco niveles llenos de celdas, donde hay tan poco ruido, que no es claro si hay alguien o no.
Para el verano, todos los sentenciados a la pena capital serán transferidos a diferentes prisiones de máxima seguridad del estado, explicaron que esto es en cumplimiento de la proposición 66 aprobada por los votantes en el 2006.
“Fueran trasladadas a la población general para que pudieran trabajar en distintos oficios que hay en las prisiones, y el 70% del dinero que ganarán fuera enviado a un fondo para pagarle restitución a las víctimas de los crímenes”, dijo Pedro Calderon Michel, subsecretario de prensa del Departamento de Correciones y Rehabilitacion de California.
Como parte de ese proceso se efectuó un piloto, y después de ajustes, ya se inició la mudanza. Hasta el momento hay 174 prisioneros que han transferidos.
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Algunos de los prisioneros no están de acuerdo con esta mudanza ya que tendrán que compartir celda con otra persona.
“Nosotros que estamos acostumbrados a estar solos, eso va a ser muy malo para nosotros”, dijo Zambrano, preso en la cárcel.
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Pablo Carasi lleva 26 años en San Quentin y a él si le anima la idea del cambio.
“Vamos a tener un poco más de Libertad, oportunidad de hacer programming, ir a escuela, hacer otras muchas diferentes cosas”, indicó Carasi.
Al ser transferidos podrán integrarse con la población general de las otras prisiones.
“Podemos salir y entrar cuando queremos, podemos ir a la yarda si queremos, todo sin esposas, eso es lo importante”, aseguró Carasi.
Este traslado va de la mano con el nuevo enfoque dado por el gobernador Newsom de superar el concepto de prisión, para convertir a San Quentin en un centro de rehabilitación.
Visitamos otro pabellón diferente, donde esto es visible, allí por ejemplo algunos de los detenidos pueden compartir con mascotas.
“Así que la idea es que en un futuro todas las celdas, van a poder lucir como esta, donde la persona tiene libertad de pintarla, tiene murales”, dijo Michel.
Así cuando todos sean trasladados, el pabellón de la muerte como tal, dejará de existir.