La empresa Heimdal en el estado de Oklahoma ha desarrollado una forma barata de extraer dióxido de carbono de la atmósfera para ayudar a combatir el cambio climático.
Heimdal explicó que extraerá 5,000 toneladas de dióxido de carbono del aire cada año a través de pequeñas bolitas blancas de arena.
La compañía indicó que los gránulos absorberán dióxido de carbono a medida que el viento sople sobre ellos.
Una geoquímica de la universidad estatal de Pensilvania afirmó que acelerar un proceso como este requiere mucha energía, y en este caso, Heimdal todavía está usando combustibles fósiles en lugar de energía eólica o solar.
“Producir los granos que se producen cuesta energía. Quemar el CO2 cuesta energía. Y luego, ya sabe, llevar el CO2 hasta el suelo cuesta energía. Así que, básicamente, es un impuesto sobre todo el proceso que produce el CO2 en primer lugar”, dijo Susan Brantley, geoquímica de la Universidad Estatal de Pensilvania.
“Así que, sí, estás usando energía, pero es un buen punto de partida. Me gusta mucho la psicología, y existe esta falacia del nirvana en la que intentas perfeccionar demasiado las cosas, ¿no? No tiene sentido hacerlo a menos que sea perfecto, pero también es una forma de hacerlo en grande y hacerlo ahora. Ese es el punto”, aseveró Chris Mitchell, director de tecnología de Heimdal.
La captura de carbono es necesaria para abordar rápidamente el cambio climático.
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Esa es una de las razones por las que Heimdal comenzó a capturar carbono mientras aún esperan la aprobación de la Agencia de Protección Ambiental.
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