Ashton Porter presentó una demanda federal de derechos civiles el martes contra la policía de Pittsburg, aduciendo a los dos disparos que recibió en 2022, mientras experimentaba una crisis de salud mental.
Porter dijo durante una conferencia de prensa que busca rendición de cuentas y una reforma policial tras el tiroteo del 24 de febrero de 2022 que le causó secuelas físicas y emocionales.
El día del tiroteo, el personal del hotel llamó al 911 para informar que escuchó gritos pidiendo ayuda y cristales rotos mientras Porter estaba solo en su habitación. Al mismo tiempo, su familia también llamó al 911 para solicitar un control de bienestar para el padre de seis hijos, quien había regresado abruptamente al Área de la Bahía desde Georgia, donde dijo que experimentó racismo mientras intentaba construir una nueva casa en un vecindario privado.
Las imágenes de la cámara corporal del oficial mostraron que Porter dijo a los consejeros de salud mental, a través de la puerta, que no se sentía seguro y necesitaba tiempo para procesar lo que estaba sucediendo.
Sin embargo, la policía despidió a los consejeros de salud mental del lugar y comenzó a perforar agujeros en la pared de la habitación del hotel para inundarla con gas pimienta y gas lacrimógeno, de acuerdo con el abogado de derechos civiles de Oakland, Adante Pointer, quien representa a Porter.
Esos gases obligaron a Porter a salir de la habitación. Cuando salió sosteniendo un cuchillo sobre su cabeza, los agentes le dispararon balas de goma.
Inmediatamente después, Porter recibió un disparo en el brazo y el abdomen por parte del oficial de policía de Pittsburg, Ernesto Mejía-Orozco, uno de los oficiales del condado de East Contra Costa que fue acusado federalmente luego de una investigación que descubrió abusos a los derechos civiles, fraude de títulos universitarios, destrucción de evidencia y distribución de esteroides.
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Mejía-Orozco también presuntamente estranguló hasta la muerte a Humberto Martínez, de 32 años, mientras estaba bajo custodia policial en 2016, lo que llevó a un acuerdo de 7,3 millones de dólares con la familia de Martínez.
Pointer dijo que la ciudad de Pittsburg tiene la costumbre de permitir que los agentes aterroricen a la comunidad.
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Según Pointer, Mejía-Orozco dijo a los investigadores que le disparó a Porter varias veces porque el hombre había "corrido" hacia él. Sin embargo, las imágenes de la cámara corporal de Mejía-Orozco muestran a Porter caer después de recibir disparos parado junto a la puerta de su hotel.
Los funcionarios de la ciudad de Pittsburg y el Departamento de Policía de Pittsburg no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios.
