Una iglesia de San José el jueves por la noche celebró un servicio de Nochebuena en interiores a pesar de las órdenes judiciales y de salud pública en su contra, así como las multas que se acumulan con cada infracción.
Los líderes de Calvary Chapel San Jose y sus abogados dicen que su fe los protege del virus y que la ley federal les permite realizar servicios donde y cuando quieran.
Durante su sermón, el pastor Mike McClure trazó un paralelo con Julio César.
"Eso es lo que César quería en última instancia, quería ser adorado, al igual que el gobierno de hoy", dijo. "Pero solo Dios puede ser adorado, y solo Dios es digno de nuestra alabanza".
McClure no respondió a las solicitudes de entrevista.
Adorando con él estaba Tim Glass, pastor principal de Calvary Chapel Manteca.
“Todas y cada una de las personas aquí, no solo el pastor principal, sino todas y cada una de las personas aquí dicen: 'Oye, esto es lo suficientemente importante para mí y para mi fe'. Y salir y saber, 'Oye, no creo que haya un riesgo aquí' ", dijo Glass.
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Glass dijo que quería mostrar su apoyo a McClure, a pesar de que Glass dijo que está celebrando sus servicios en Manteca en una carpa fuera de su iglesia.
McClure ya ha sido abofeteado con cientos de miles de dólares en multas después de desafiar la orden de salud del condado al realizar servicios en interiores con cientos de asistentes, muchos de los cuales no usaban máscaras o distanciamiento social.
Funcionarios de salud del condado Santa Clara han rogado a la iglesia que cancele los servicios debido a las unidades de cuidados intensivos abarrotadas y las altas tasas de infección en todo el condado, el Área de la Bahía y el estado. A principios de este mes, un juez estuvo de acuerdo con el condado y ordenó a la iglesia que detuviera los servicios en interiores.
Autoridades temen que un evento como el del jueves por la noche se convierta en un súper esparcidor que tenga el potencial de enfermar e incluso matar a muchas personas.
"COVID es un asesino silencioso", dijo la Dra. Sara Cody, oficial de salud pública del condado. "Habrá cadenas de transmisión silenciosas hasta que alguien esté gravemente enfermo y requiera hospitalización y muera".
Incluso con todas las sanciones y pérdidas judiciales, McClure continuó desafiando la orden, diciendo que la palabra de Dios es "una ley mayor". Sus abogados, que planeaban apelar la orden judicial, continúan cuestionando la constitucionalidad de la orden de salud del condado.
"Las órdenes son inconstitucionales porque, como afirmó la Corte Suprema, no se pueden tratar los servicios religiosos de manera diferente a los negocios esenciales", dijo la abogada Mariah Gondeiro.
La orden del condado no prohíbe por completo los servicios religiosos. De octubre a diciembre, puso un límite a la capacidad para reuniones en interiores y, desde el 4 de diciembre, ha permitido servicios religiosos al aire libre para hasta 100 personas, según el sitio web del condado.
