SACRAMENTO, Calif. – El gobernador de California Jerry Brown sugirió multas de $10,000 para los residentes y negocios que desperdicien la mayor cantidad de agua en momentos en que el estado se acopla con los estragos de la sequía y luego de que su administración rechazara el llamado de ciudades a suavizar las restricciones obligatorias al consumo de agua.
La recomendación fue parte una propuesta legislativa que ampliaría la aplicación de estas restricciones.
La administración de Brown enfrenta escepticismo por parte de los departamentos de recursos hídricos locales sobre su plan para conservar agua.
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Tarde el martes, la Junta Estatal para el Control de Recursos Hídricos publicó una lista actualizada con las metas para la reducción al consumo de agua, el cual disminuye el consumo hasta en 36 por ciento en comparación con el 2012. La propuesta se mantiene prácticamente igual a la de una versión anterior y no incluyó las modificaciones que algunas comunidades han buscado.
“Hemos hecho mucho. Tenemos un camino largo que recorrer”, dijo Brown luego de una reunión con los alcaldes de 14 ciudades del estado. “Así que quizás quiere ver esto como simplemente otra entrega en una larga iniciativa de vivir en un clima cambiante y con una sequía de duración incierta”.
El gobernador también dijo que está dirigiendo a agencias estatales a adelantar la revisión ambiental de proyectos que aumentan los suministros de aguas a nivel local. Alcaldes se han quejado de que estos proyectos se han visto retrasados por la burocracia.
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Las acciones de Brown no se extenderán a la construcción de represas y embalses. Un panel legislativo rechazó el lunes un proyecto de ley con el apoyo de republicanos para acelerar la construcción de los proyectos de almacenamiento de agua cerca de Fresno y al norte de Sacramento.
El verano pasado, reguladores estatales autorizaron multas de $500 por el desperdicio de agua al aire libre, pero pocas ciudades recaudaron cantidades tan altas. Muchas agencias han dicho que prefieren educar a los clientes a penalizarlos.
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Brown dijo que la multa de $10,000 será un último recurso y solo para los “peores ofensores” que violan las reglas del consumo de agua de forma continua. No está claro que tipo de faltas llevarán a las elevadas multas.
Su propuesta también le daría poder a los departamentos de recursos hídricos que en la actualidad no puede multar a ningún cliente.