Los únicos lugares donde se requerirá la prueba de vacunación será en los hospitales, centros de atención a largo plazo y eventos en interiores de 500 o más personas.
El condado Contra Costa anunció el viernes que eliminará el requerimiento que exigía a negocios como restaurantes y gimnasios pedir el comprobante de vacunación a su clientela.
Funcionarios de salud del condado dijeron que optaron por eliminar el requisito porque el 80% de todos los residentes del condado ya han completado su serie inicial de vacunación.
Además, aunque el condado aún confirma un promedio de siete días de más de 1,000 casos por día, los casos locales y las hospitalizaciones ahora están disminuyendo desde que se registró el pico de contagios por la variante Ómicron a principios de enero, cuando el condado estaba confirmando más de 2,800 casos por día en promedio.
El Dr. Ori Tzvieli, oficial de salud interino del condado, argumentó que exigir a los clientes que confirmen su estado de vacunación completo o proporcionar una prueba negativa reciente tenía sentido el verano y el otoño pasados, cuando el condado implementó la política por primera vez durante la ola de la variante Delta.
“Pero de ninguna manera hemos vuelto a la normalidad”, dijo Tzvieli. "Todavía hay muchos más casos de COVID-19 en nuestra comunidad ahora que a mediados de diciembre, por lo que debemos seguir tomando precauciones cuando salimos".
Más de 1 millón de residentes del condado, el 87,3% de la población del condado, han recibido al menos una dosis de la vacuna contra el COVID, según datos de los Servicios de Salud de Contra Costa.
Casi el 50% de los residentes de 12 años en adelante también recibieron una dosis adicional de la vacuna de refuerzo, que los funcionarios del condado consideraron necesaria para reforzar la protección contra infecciones y enfermedades graves.
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" Agradecemos profundamente a todos los que han elegido vacunarse", dijo la directora de CCHS, Anna Roth. "Ustedes, sus seres queridos y toda la comunidad se han hecho más seguros".
El requisito de la vacuna entró en vigencia inicialmente en septiembre para las empresas en las que las personas se quitan las máscaras para comer o beber en el interior o en lugares donde las personas hacen ejercicio y, como resultado, respiran con mayor dificultad.
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Los negocios que no lo hicieran corrían el riesgo de ser cerrados por el condado.
Roth dijo en noviembre que el condado había recibido aproximadamente 100 quejas sobre empresas que no cumplían con los mandatos relacionados con COVID, incluida la verificación del estado de vacunación de sus clientes.
Dos negocios, In-N-Out Burger en Pleasant Hill y Lumpy's Diner en Antioch, cerraron brevemente después de no cumplir. In-N-Out eligió cerrar su comedor por completo, ofreciendo solo servicio de autoservicio.
Autoridades del condado dijeron el viernes que se seguirá alentando y permitiendo que las empresas individuales soliciten prueba de vacunación o una prueba negativa si lo desean.
Las órdenes de salud locales y estatales existentes también seguirán vigentes, dijo el condado, incluidos los requisitos de máscaras para interiores y requisitos de vacunación para trabajadores en industrias como la atención médica que tienen un alto riesgo de propagar el virus.
Todavía se requiere prueba de vacunación para visitar un puñado de entornos, incluidos hospitales, centros de atención a largo plazo y eventos en interiores de 500 o más personas.
