Un joven mexicano que vive en el Área de la Bahía ha plasmado en un video corto, lo que para él significa ser mexicano.
Pablo Schettino nació en México y a los 7 años se mudó a Estados Unidos, tuvo que enfrentar los temores de un niño inmigrante sin hablar inglés.
“Tenía bastante miedo, no sabía hablar el idioma y adaptarse a la cultura, que es una cultura totalmente diferente muy difícil entonces encontré los amigos como pude, comunicándome como pude”, relató Pablo.
Toda esa energía, la canalizó en lo que para él es su pasión.
“El cine es lo que me gusta hacer, lo hago todo desde edición, grabación, escribir los guiones, de dirigir, es lo que me encanta”, aseguró Pablo.
Recientemente se graduó de la escuela preparatoria en Palo Alto, y a pesar de su corta edad, ha producido varios cortometrajes y ganado varios premios.
“Yo no tengo género de cine, me gusta hacerlo todo de documentales, a narrativo, a películas narrativas con ficción o lo que sea”, dijo Pablo.
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Pero querido México, tiene un lugar especial en su corazón, con el cual se identifica.
“Traté de crear un símbolo de cómo la vida va, y nunca para, más bien la bandera que puse en el río, para mí significaba la trayectoria de mi vida, mudándome de lugar en lugar”, expresó Pablo.
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Es una bandera que corre con la corriente, pero que posee su identidad propia, su sentimiento.
“Cree una historia sobre las enseñanzas que me ha dado México de tomar la vida por lo que es, de que soy suficiente, que no debo compararme con un compañero aquí que va a ir a Harvard en unos días”, aseguró Pablo.
Habla de la importancia de vivir el momento, de tener tiempo para ser niño y de tomar decisiones por su propia felicidad, ya que es su vida y de nadie más, aseguró el cineasta.
“Esa ha ganado premios en competiciones locales aquí en Palo Alto y también he hecho documentales sobre una niña que es patinadora y que ha entrado a la magazine y cuenta su historia en un deporte dominado por el género masculino”, dijo Pablo.
Pablo continuará con su sueño de convertirse en director de cine, sabe que el camino no será fácil, pero está dispuesto a enfrentar los retos.
“Yo ahora mismo voy a entrar a una escuela de cine en Los Ángeles, quiero ser un director, seguiré siendo vulnerable, contando historias con otra gente muy talentosa”, aseveró Pablo.
Porque tiene clara su meta.
“Contar historias que tengan un impacto que sean recibidas por el público, que les mueva, si yo puedo hacer sentir algo con mis películas, eso es lo que quiero hacer”, añadió Pablo.