California

“Era un niño feliz”: pequeño de 8 años muere en trágico accidente a las afueras de Antioch

El menor iba a bordo de un auto junto a su padre que, aunque sobrevivió, sufrió múltiples fracturas.

Telemundo

Una familia hispana llora la muerte de un pequeño de 8 años, luego de un trágico accidente de tránsito a principios de diciembre a las afueras de Antioch, California.

El accidente, en el que el padre del menor resultó herido, ocurrió el 13 de diciembre en el área de Vasco Road y la autopista 14.

“Un carro que venía en el otro carril en el sentido opuesto se le soltó una traila, la traila le pegó y lo mandó al otro carril y de ahí venían otros carros y colapsaron con él”, explicó Jorge Flores, tío y padrino del pequeño.

Jorge aseguró que la familia apenas puede entender lo ocurrido. El niño, llamado Zahir Giovanni Juárez Rojo, tenía autismo y era considerado una bendición para su mamá, Paola, quien logró tenerlo a pesar de su padecimiento de epilepsia.

“Ella por un milagro, salió embarazada, y a los meses les dijeron que el niño venía mal, que ella decidiera si lo quería tener o no”, indicó Jorge, quien agregó que ambos padres se decidieron firmemente a favor de tener a la criatura.

Ahora, atormentados por el dolor, Jorge dice que tienen miles de preguntas, como por qué perdieron al niño luego de superar el embarazo y las condiciones del menor, que incluían problemas de audición y en la nariz, y labio leporino.

Además de estar devastados emocionalmente, Jorge dice que este ha sido un golpe muy duro económicamente.

Y es que los padres de Zahir querían adoptar otro niño y acababan de comprar una casa. El papá del menor, Antonio, quien resultó herido en el accidente, es el único soporte económico de la familia, pues Paola se había dedicado al cuido del niño.

Antonio sufrió fracturas en la espalda, en la columna, en uno de sus pies y tuvo muchos golpes en la cabeza.

La familia ahora busca el apoyo de la comunidad a través de una página de internet en la que está recolectando fondos.

Entre tanto dicen que se comprometen a seguir con el legado de Zahir, quien era  alegre.

“A veces se queja uno de cosas tontas, que no tengo el mejor trabajo, que no tengo el mejor carro, que por qué no hago viajes, este niño con todos esos problemas era feliz”, indicó Jorge.

Y también era compasivo, como cuando vio a un desamparado al frente de una tienda.

“Le pidió que comprara una cobija porque el homeless tenía mucho frio”, aseveró Jorge.

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