Con la llegada del regreso a clases es importante que los padres de familia comiencen a crear una rutina de sueño para sus hijos.
Durante las vacaciones de verano esta rutina se ve interrumpida al extender los horarios en la que los menores deben acostarse, sin embargo, científicos han descubierto que alrededor de una semana después del primer día de clases es el momento ideal para comenzar a normalizar la hora de acostarse.
"Queremos que el estudiante duerma por lo menos 7 horas que los adolescentes, pero idealmente de como a 9 a quizás 10 horas", indicó Rafael Pelayo, profesor clínico de Stanford.
Los estudios han encontrado que los niños privados de sueño en realidad tienden a ser más hiperactivos y tienen arrebatos emocionales más grandes.
Es por esto que ajustar los patrones de sueño de un niño puede llevar tiempo, pero se recomienda ajustar el horario una semana o dos antes del primer día de clases.
Según la Asociación Americana de Pediatría los niños entre 3 y 5 años deben dormir entre 10 y 3 horas al día, incluyendo las siestas; los menores de 6 a 12 años deben dormir entre 9 a 12 horas al días, mientras que los adolescentes de 13 años a los 18 años deben tener un espacio de sueño de entre 8 a 10 horas diarias.
Adicionalmente, es importante que los padres eviten darle cafeína a los niños y se recomienda estar en ayunas dos horas antes de dormir "porque a veces el reflujo de la comida los despierta", indicó Pelayo.
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También se recomienda limitar el usos de aparatos electrónicos.
"Parar los aparatos electrónicos, apagar todo eso, ponerlos aparte, idealmente el teléfono debe estar fuera del dormitorio", aseveró Pelayo.
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