En Jacksonville, los San Francisco 49ers se sacaron un gran peso de encima al cortar la racha negativa y regresar a la victoria luego de lo que fue casi un mes lleno de dudas y tres derrotas. El partido ante los Jaguars fue de manual y la consecuencia fue una aplastante victoria de 34 a 3.
Brock Purdy fue ese quarterback sólido, sino también brillante con lanzamientos de alto nivel. El regreso de Deebo Samuel fue clave en la ofensiva para no depender de Christian McCaffrey. Pero la gran noticia fue que los Niners recuperaron esa fuerza defensiva, en donde el debut de Chase Young ya dejó las primeras muestras de lo que seguro será una sociedad letal con su gran amigo Nick Bosa.
Sin embargo, es momento de pasar la página y el foco está en el duelo de este domingo en Levi’s Stadium, donde el equipo de Kyle Shanahan recibirá a los Tampa Bay Buccaneers. Un rival de cuidado, pero que en la carta no tiene las credenciales para ser superior a los 49ers.
La misión de San Francisco no es solo ganar, sino convencer con su nivel a los Fieles de la Bahía y así seguir ganando confianza. Una victoria sería ideal para afianzar el liderato de la división antes de enfrentar a los Seattle Seahawks en el día de acción de gracias, que será clave en las aspiraciones de acceder a los playoffs.
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