El jugador de los San Francisco 49ers, Ricky Pearsall, celebró el lunes junto a las dos personas que ayudaron a salvarle la vida después de ser baleado el 31 de agosto durante un intento de robo en San Francisco.
La sargento de la policía de San Francisco, Joelle Harrell, fue una de las primeras personas que respondieron cuando Pearsall resultó herido. Con su uniforme puesto fue honrada junto a una cirujana quien ayudó a Pearsall en el hospital.
Pearsall les regalo jerseys con su número y nombre y entre abrazos les expresó su agradecimiento en medio del estadio. Ambas fueron honradas como héroes de primera línea del partido.
El jugador fue seleccionado por los 49ers en el draft de abril, pero después del tiroteo fue colocado en la lista de jugadores lesionados.
Antes del partido, estuvo apoyando a sus compañeros, mientras que los fans estuvieron allí apoyándolo a él con un gran aplauso.
“Cuando miramos que salió Pearsall, es un milagro, estamos todos felices y bien agradecidos que salió bien y que anda en buenas condiciones y buenos espíritus, está allí para el equipo, y estamos esperando para mirarlo jugar, bien emocionados estamos”, aseguró Roberto Huerta, fanático.
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