Décadas han pasado y aún sigue siendo un misterio la verdadera identidad del Asesino del Zodíaco, sin embargo, el documental “Les habla el Zodíaco” de Netflix, deja abierta la posibilidad de que un maestro de escuela primaria pudo haber estado tras los infames asesinatos ocurridos a lo largo del Área de la Bahía.
Desde que inició la investigación sobre el Zodíaco en los años 60, Arthur Leigh Allen, estuvo de alguna u otra manera ligado al caso.
En 1972, Don Cheney amigo de Allen, fue a la policía de San Francisco para informar que había tenido una conversación muy rara con Allen.
Cheney dijo que Allen estaba armado con una pistola calibre 22 y un rifle, y que le comentó que quería dispararle a los neumáticos de un autobús escolar y matar a los niños a medida que iban bajando del mismo.
Este mismo escenario fue descrito en una de las cartas enviadas al San Francisco Chronicle donde el Zodíaco describía los mismos detalles.
El amigo de Allen también aseguró que le dijo que quería cazar personas, algo que los consternó de tal manera, que cortó cualquier contacto con él.
Las declaraciones de Cheney hicieron que los detectives contactaran a Allen para interrogarlo al respecto. Mientras se encontraba en la sala de interrogación, oficiales se dieron cuenta de que Allen llevaba puesto un reloj marca “Zodiac” algo que confirmó el presentimiento de los agentes de que en realidad estaban frente al Asesino del Zodíaco.
Por esta razón, pidieron una orden de cateo para revisar el tráiler en el que en ese momento vivía Allen en Santa Rosa.
En el congelador del lugar hallaron ardillas, hámsteres y pájaros congelados, así como viseras y entrañas de animales pequeños. También hallaron varios cuchillos de caza.
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A pesar de lo hallado no fue suficiente evidencia para relacionarlo con ninguno de los asesinatos a pesar de las numerosas coincidencias que lo ligaban a estos crímenes.
COINCIDENCIAS Y MÁS COINCIDENCIAS
Allen fue arrestado en 1974 por supuestamente haber abusado sexualmente de un menor, pasó casi 4 años recluido en el Hospital Estatal de Atascadero.
Sorprendentemente, durante esos 4 años cesaron los asesinatos y las cartas del Zodíaco. Cuando Allen salió de la cárcel en 1978 se mudó al sótano de la casa de su madre en Vallejo y casualmente la carta número 16 del Zodíaco fue enviada al periódico, en ella se jactaba de haber vuelto.
Esta fue la última carta que el Zodíaco enviaría al San Francisco Chronicle.
En 1991, la policía de Vallejo recibió información sobre un sospechoso de robo que supuestamente conocía a Allen y que aseguró que había tenido una conversación con él en la que le comentó sus deseos de matar a un taxista en San Francisco.
El asesinato de Paul Stine, taxista, ocurrió el 11 de octubre de 1969, un crimen que se atribuyó el Zodíaco.
Lo cierto es que a pesar de las numerosas coincidencias Allen nunca fue arrestado por los asesinatos del Zodíaco, aunque siempre tanto autoridades como periodistas, creyeron que él realmente era el asesino en serie.
