Joel Ramírez fue asesinado dentro de su auto el 14 de diciembre de 2014.
Han pasado 10 años desde que un joven mexicano fue asesinado en San Leandro, ha sido un caso que sigue sin resolverse por eso las autoridades incrementaron considerablemente la recompensa a cambio de pistas.
Joel Ramírez fue asesinado a tres días de su cumpleaños número 21.
“Nos ha dejado un hueco muy enorme, difícil de llenar y aunque han pasado 10 años, todavía nos duele”, aseguró Delia Aceves, tía de Joel.
El joven fue asesinado mientras estaba dentro de su propio auto, la madrugada del 14 de diciembre de 2014.
Ese día Joel salió de trabajar, fue a visitar a su novia, estuvo con ella un rato y luego regresó aquí a su casa ubicada en la cuadra 400 de Kenilworth Street. Su familia dijo que simplemente estuvo en el lugar equivocado en la hora equivocada.
“Y al regresar a casa, lo confundieron con alguien y hasta ahí no le dieron ni tiempo de apagar el motor de su carro. Alguien estaba esperando a otra persona y desafortunadamente le tocó a él”, aseguró Delia.
Desde entonces no ha surgido ninguna pista sustancial que lleve a un arresto. La jefa de policía de San Leandro habló del principal reto de la investigación.
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“No hemos podido encontrar el motivo por el que Joel fue asesinado. No hay nada en su historial que nos de indicios de que alguien quisiera hacerle daño”, explicó Angela Averiett, jefa de policía de San Leandro.
Y así como la familia no ha olvido este caso, tampoco lo ha hecho la ciudad.
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El Concejo de San Leandro aumentó de $50,000 a $150,000 la recompensa a cambio de pistas para resolver este y otros 3 homicidios ocurridos hace una década.
“Aquí en la ciudad de San Leandro el homicidio es relativamente bajo, pero aquí tenemos 4 casos que ya tienen mucho tiempo sin resolver y para traer esa justicia para las víctimas y las familias es muy importante”, indicó Juan González, alcalde de San Leandro.
Cualquier iinformación relacionada con la muerte de Joel se puede compartir de forma anónima al 510-577-3278 o enviando un texto al 888777 .
“Ya mi hermana no pudo vivir en esa casa, y después al poco tiempo mi hermana se retiró y se movió para México. Incluso las navidades, ya nunca volvió a poner un árbol de navidad”, dijo Delia.
Joel también estudiaba para convertirse en detective.
Su familia espera que alguien les brinde a ellos ese consuelo de justicia.
“Son muchas familias en una que están sufriendo y a lo mejor pueden ayudar, pueden ayudar a que esta persona no le haga daño a más”, aseveró Delia.
