Cada 8 de diciembre, las iglesias en Nicaragua y en muchas ciudades del mundo celebran La Purísima Inmaculada Concepción de María con una misa y esta eucaristía se realizó en la Iglesia Saint Matthews” en San Mateo como parte de una tradición de más de 30 años.
Una vez terminada la ceremonia religiosa, el pueblo lleva en procesión la imagen de La Concepción de María entonando cantos dedicados efusivamente a La Purísima.
La peregrinación continua hasta llegar al salón donde todos los miembros de la comunidad se reúnen para seguir alabando y ensalzando a la madre de Dios.
“Yo amo a la virgen y esta tradición se las estoy pasando a mis hijas y a mis nietas”, aseguró Karla Somarriba Mendiola, celebra a La Purísima.
Según la tradición, el pueblo de Nicaragua recorre las calles la noche del 7 de diciembre, algo que se conoce como “La Gritería” para ir de casa en casa elevando cantos y rezos en los altares de cada hogar donde los fieles reciben frutas y dulces.
“Aquí tenemos las canastas que se daban en los años 60 y 70, y son de cartulina y son elaboradas a mano”, explicó María del Carmen Pavón, organizadora de La Purísima en San Mateo.
En Estados Unidos, personas de muchos países acompañan a los nicaragüenses a celebrar estas festividades.
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“Aquí hay nicaragüenses, aquí hay salvadoreños, aquí hay hondureños, aquí hay peruanos”, dijo Pavón.
También aquellos quienes días después de La Purísima celebran a la Virgen de Guadalupe.
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“Yo soy de México, y vengo a esta celebración porque a mí me gusta venir a celebrarle a la virgen, y festejan muy bonito los nicaragüenses la fiesta de la virgen y eso me gusta”, afirmó Gloria Sánchez, mexicana celebrando a La Purísima.
Pero en Nicaragua existe la persecución religiosa por parte del gobierno y nos explicaron que estas celebraciones en el exterior son también para rezar por cambios en la política interna de ese país.
“Bueno es una celebración en realidad de apoyo, una celebración en donde nos unimos los nicaragüenses que vivimos aquí, con los nicaragüenses que viven allá en Nicaragua”, aseveró Joana Rocha, organizadora de La Purísima.
Para quienes nacen o crecen en otros países La Purísima se convierte en parte de esa historia, cultura y tradición transmitida por sus padres y familiares.
“Siempre tenemos que recordarle a las nuevas generaciones del amor a mamá, y de que somos marianos 100%”, indicó Rocha.
Y es que después de cantar y rezar para muchos vienen lo mejor que es el degustar de un típico platillo nicaragüense que incluye el gallo pinto, tajadas verdes, queso frito, ensalada de repollo y cerdo frito, acompañado de bebidas tradicionales como la chía o el cacao. Y para finalizar hay juegos pirotécnicos, pero debido a que esta celebración se realizó en las inmediaciones de una iglesia la tradición es reventar los globos.