MÉXICO - "Ya ven, estoy mejor": el presidente Andrés Manuel López Obrador bajó casi 50 escalones para demostrar que está a punto de vencer al COVID-19.
"Desde luego todavía tengo que esperar unos días más, pero ya estoy bien de salud", afirmó el jueves por la noche.
Su aparición, perfectamente vestido, con la voz ronca y sin cubrebocas, levantó de inmediato reacciones entre los mexicanos.
“Qué bueno, bendito sea Dios, que se recupere", dice Trinidad Almaraz, desde su negocio, pero aunque alegre, reconoció que tiene algunas dudas.
"Sí está misterioso que en cinco días se haya recuperado; recibió un tratamiento especial que no tienen los mexicanos porque hay muchos muertos", dice Almaraz.
Raymundo Jaramillo se mostró preocupado por las imágenes que muestran al jefe del ejecutivo caminando en Palacio Nacional.
"Creo que es poco tiempo que estuvo enfermo, no le va a hacer bien", considera Jaramillo.
Y Jorge Adrián se molestó, ya que dice que ni aun después de enfermarse, López Obrador usa la medida básica para evitar la propagación del virus.
"Necesitamos que el presidente ponga el ejemplo de usar el cubrebocas correctamente", subraya Jorge Adrián.
Las autoridades sanitarias indicaron que el presidente mexicano aún está bajo observación y aplicándole pruebas, pero no descartaron que a la brevedad podría retomar sus actividades públicas.
En tanto, diversas encuestadoras, como la del diario El Financiero, confirman que el contagio no modificó en nada el índice de apoyo de los ciudadanos hacia su gobernante.
"El 63% nos dijo que le preocupaba mucho que el presidente se hubiera contagiado, más o menos su aprobación", explica Alejandro Moreno, especialista en estudios de opinión de El Financiero.
En ese marco, López Obrador espera a recibir el alta médica para retomar sus actividades.