MÉXICO - El camino es duro pero la fuerza de su fe los hace pedalear sin detenerse, porque saben que solo les queda este miércoles para estar cerca de la Virgen de Guadalupe.
"Ella como madre de todos los mexicanos nos pueda proteger con ese manto que ella tiene y por nada del mundo vamos a quitar el dedo de estar con ella", dice Alberto Jiménez, peregrino católico.
Alberto Jiménez forma parte de una procesión que desde hace 48 años llega a cantarle Las Mañanitas a la guadalupana, pero como esta vez, indica Apolinar Jiménez, La Villa estará cerrada por la pandemia de COVID-19, tuvieron que adelantarse y reducir el número de asistentes.
"Traemos unidades para que vengan separados , para que cada quien tenga su sana distancia y sobre todo protegiéndonos unos a los otros", dice Apolinar Jiménez.
Como ellos, miles de peregrinos se dieron cita en el templo mariano.
Debido al gran número de personas que llegaron hasta aquí en los últimos días, directivos de la Basílica implementaron filtros sanitarios e hicieron circular a la gente para evitar que se aglomeraran en esta explanada.
Desde Los Altos de Chiapas este grupo de hombres , mujeres y niños indígenas decidieron viajar a pesar de los riesgos.
"Allá afuerita hay un centro donde hacen la prueba de COVID, pasamos y si da como nostalgia y todo, pero la fe siempre hacia arriba y para adelante", dice Darinel Villagrán.
Luego de rezar, con su antorcha en la mano, vencieron la distancia y el clima para llevar la luz de La Morena del Tepeyac hasta su pueblo.
"Para que nos de más fe, ya ve que ahorita por la enfermedad, ojalá esa enfermedad se quite", pide Armín Ruiz.
Desde este jueves las puertas del templo mariano amanecerán cerradas y los fieles solo podrán felicitar a su madre desde la distancia.