MÉXICO - Con altavoces, los policías exhortan a la gente a seguir las recomendaciones: “recuerda que el objetivo es no contagiar y no contagiarse".
Porque ahora, además de perseguir a los criminales, los uniformados recorren las calles a pie para hacerle saber a los capitalinos que afuera de casa están corriendo peligro.
Las patrullas también son usadas como herramienta para difundir la advertencia. Estas recorren las avenidas, mientras sus tripulantes reparten botellas con alcohol a personas como Luis Rangel, quien asegura que sí estaba guardando la cuarentena, pero pudo más su desesperación.
"Ya varios días encerrados pues es como imposible estar ahí, por eso estamos aquí haciendo un poco de ejercicio", cuenta Rangel.
La explanada del Zócalo ya fue completamente cerrada, porque mucha gente iba de paseo, recorrían las calles aledañas e incluso hasta las puertas de Palacio Nacional continúan llegando las protestas, como la de trabajadores de ferias desesperados porque no los dejan trabajar.
"No nos va a matar la enfermedad, a mis hijos qué les voy a decir, soy su héroe y me dicen 'papá, tengo hambre'", dice uno de los manifestantes.
En todas los lugares públicos, los uniformados realizan la misma labor e incluso reparten desinfectante mano a mano para intentar que no se propague el virus.
Esta estrategia se seguirá aplicado durante los próximos días, no solo en la capital mexicana, sino en todo el país para convencer a la gente que aún está en las calles de que deben permanecer en sus casas.
En lenguaje de señas, este policía en Oaxaca transmite el mensaje a quienes solo así lo pueden comprender, y exhorta a aquellos que tienen a fuerza que salir a tomar las medidas pertinentes para protegerse y a los que pueden a quedarse en la seguridad de sus hogares.