JERUSALÉN — El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, se declaró no culpable el lunes al reanudarse su juicio por corrupción en una corte de Jerusalén, apenas unas semanas de las elecciones nacionales en las que intentará ampliar sus 12 años de mandato.
Netanyahu fue procesado el año pasado por fraude, abuso de confianza y aceptar sobornos en tres casos separados.
En los últimos meses se han celebrado protestas semanales pidiendo su renuncia por las acusaciones y criticando la gestión de su gobierno a la crisis del coronavirus.
Mientras se celebraba la vista del lunes en la sala del tribunal se oía a los manifestantes reunidos fuera del edificio.
El mandatario está acusado de aceptar valiosos regalos de amigos adinerados y de ofrecer favores a magnates de los medios a cambio de una cobertura favorable sobre él y su familia.
La última audiencia se pospuso el mes pasado debido a las restricciones a aglomeraciones públicas para combatir los contagios de coronavirus.
Mundo
El jefe de gobierno que más tiempo ha servido en Israel es también el primer primer ministro juzgado por corrupción durante su mandato.
La ley israelí exige que los ministros renuncien cuando están acusados de delitos penales, pero no menciona de forma explícita el caso de un primer ministro acusado.
Netanyahu niega cualquier mala práctica y ha tachado los cargos en su contra de “caza de brujas” orquestada por unos medios y fuerzas de seguridad prejuiciosos.
Se ha negado a renunciar y aprovechado su puesto para arremeter contra sus críticos y contra el sistema de justicia penal.
En la vista del lunes presentó una respuesta por escrito a las acusaciones. Su abogado presentó alegaciones procedimentales contra los casos, afirmando que el secretario de Justicia no había aprobado las investigaciones adecuadamente.
Tras unos 20 minutos, Netanyahu abandonó la sala sin explicación y su caravana se marchó. La vista continuó sin él.
Netanyahu lleva en el cargo desde 2009 y en los últimos dos años ha logrado aferrarse al poder en tres accidentadas elecciones con resultados inconcluyentes.
Su frágil coalición de gobierno se derrumbó en diciembre y ahora afronta una dura lucha por la reelección en las parlamentarias de 23 de marzo.