WASHINGTON — El gobierno de Estados Unidos dijo el viernes que el uso por parte de Israel de armas proporcionadas por Estados Unidos en Gaza muy probablemente violó el derecho humanitario internacional, pero que las condiciones de guerra impidieron que los funcionarios estadounidenses determinaran eso con certeza en ataques aéreos específicos.
Los hallazgos por parte de Estados Unidos de evidencia “razonablemente convincente” para concluir que su aliado había violado el derecho internacional en su actuar en la guerra en Gaza, publicados en un resumen de un informe que se entregará al Congreso el viernes, representan la declaración más fuerte de este tipo por parte de los funcionarios de Biden.
Pero su aclaración de que no fue posible por el momento vincular armas específicas de Estados Unidos a ataques individuales por parte de las fuerzas israelíes en Gaza podría darle al gobierno del presidente Joe Biden margen en cualquier decisión futura sobre si restringir el suministro de armas ofensivas a Israel.
Los hallazgos del gobierno federal, una inédita evaluación que fue impulsada por los copartidarios demócratas de Biden en el Congreso, se difundieron después de siete meses de ataques aéreos, combates terrestres y restricciones de ayuda, que han cobrado la vida de casi 35,000 palestinos, en su mayoría mujeres y niños.
Aunque los funcionarios de Estados Unidos no pudieron recopilar toda la información necesaria sobre ataques específicos, “dada la significativa dependencia de Israel en artículos de defensa fabricados en Estados Unidos, es razonable evaluar que dichos artículos de defensa... han sido utilizados por las fuerzas de seguridad israelíes desde el 7 de octubre en instancias no acordes con sus obligaciones con el derecho internacional humanitario o con las mejores prácticas establecidas para mitigar el daño a civiles”, indica el informe.
Si bien el ejército de Israel cuenta con la experiencia, tecnología y conocimientos para minimizar el daño a los civiles, “los resultados sobre el terreno, incluyendo altos niveles de bajas civiles, plantean cuestiones sustanciales sobre si las Fuerzas de Defensa de Israel los están utilizando realmente en todos los casos”, añade el informe.
Israel es el mayor receptor de asistencia de seguridad estadounidense. El sufrimiento palestino en la guerra en Gaza ha provocado protestas y otros desafíos para Biden en el país y en el extranjero mientras busca la reelección contra el expresidente Donald Trump, un republicano.
En el momento en que la Casa Blanca aceptó la revisión, trabajaba para prevenir medidas de los legisladores demócratas y del senador independiente Bernie Sanders para comenzar a restringir los envíos de armas a Israel.
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Israel lanzó su ofensiva después de que ataques liderados por Hamas mataron a unas 1,200 personas el 7 de octubre. Desde entonces, han muerto casi 35,000 palestinos, dos tercios de ellos mujeres y niños, según funcionarios de salud locales.
Funcionarios estadounidenses y de la ONU dicen que se ha producido una hambruna total en el norte de Gaza debido tanto a las restricciones israelíes a los envíos de alimentos como a los combates.
Los grupos de derechos humanos llevan mucho tiempo acusando a las fuerzas de seguridad de Israel de cometer abusos contra los palestinos y a los líderes israelíes de no exigir cuentas a los responsables.
Israel dice que sigue todas las leyes estadounidenses e internacionales, que investiga las acusaciones de abuso por parte de sus fuerzas de seguridad y que su campaña en Gaza es proporcional a la amenaza existencial que, manifiesta, representa Hamás.
A medida que crece el sufrimiento de los civiles palestinos, Biden y su gobierno se alejaron de su inquebrantable apoyo público inicial a Israel y comenzaron a criticar su conducta en la guerra.
Biden dijo en diciembre que los “bombardeos indiscriminados” le costaban a Israel el respaldo internacional.