IZMIR, Turquía — Rescatistas sacaron el domingo a un hombre de 70 años de entre los restos de un edificio en el oeste de Turquía, unas 34 horas después de un fuerte terremoto en el mar Egeo que se sintió también en Grecia, matando al menos a 71 personas y dejando más de 900 heridos.
El sismo del viernes por la tarde, con una magnitud de 6.9 según el Instituto Kandilli de Estambul, tuvo su epicentro en el Egeo, al nordeste de Samos. La agencia turca de desastres estimó la magnitud en 6.6 y situó el epicentro a unos 10 millas de profundidad.
El temblor provocó un pequeño tsunami en el distrito Seferihisar de Izmir, donde ahogó a una anciana, y en la isla griega. El sismo se sintió en todo el oeste de Turquía, incluida Estambul, así como en la capital griega, Atenas. Después hubo cientos de réplicas.
En Turquía se registraron 949 heridos.
Ahmet Citim, de 70 años, fue rescatado y hospitalizado poco después de la medianoche del sábado al domingo. “Nunca perdí la esperanza”, dijo el hombre, según tuiteó el ministro de Salud, Fahrettin Koca.
Los equipos de búsqueda y rescate seguían trabajando en nueve edificios de Izmir al amanecer del tercer día.
Varias fallas atraviesan Turquía, haciéndola propensa a los terremotos. En 1999, dos potentes sismos mataron a unas 18,000 personas en el noroeste del país. Los sismos también son frecuentes en Grecia.
El país ya sufría por la crisis económica derivada de la pandemia del coronavirus. El virus ha matado por ahora a más de 10,000 personas en Turquía.
El vicepresidente Fuat Oktay dijo que 26 edificios gravemente dañados serían demolidos en Izmir. “No es el terremoto lo que mata, sino los edificios”, agregó.
El papa Francisco pidió el domingo a los fieles que oren por la gente del mar Egeo.